22.9.12

Consejo de Sabio Cuando el Aconsejado Disfruta


Tuve el privilegio de cruzarme con Martín, un conocedor de vinos y un observador de aquel que busca un vino para un buen beber.

Había decidido esa noche, ya no tomar vino. Había ya elegido y pedido la comida en este restaurante, (por cierto unos parpadeles al malbec que merecen su mención y recomendación) y sin embargo seguía revisando la carta de vinos de principio a fin y de atrás hacia adelante.

Observador como dije se acercó Martín con sumo cuidado y atención a ofrecer su ayuda, (No dijo SOY EL SOMMELIER!!!!!!!!! acentuando la diferencia entre un conocedor y un pobre degustador como yo), todo lo contrario, ofreció sus servicios como desde quién disfruta lo que hace y respeta a quién está eligiendo lo que será para ese momento el mejor elixir que pueda beber.

Con cuidado pero con firmeza hizo algunas preguntas y luego solo algunas reflexiones en voz alta, sin obligarme a escucharlas pero que bien podrían haber ser dirigidas hacia mí, o hacia cualquier otro comensal que quisiera escuchar.

Ante este desafío perfecto y picante, cambie mi opinión y decidí beber un buen vino con el plato que ya estaba por llegar a la mesa..... Ahora sí, ante algunas preguntas concretas por mi parte Martín ejerció su arte como un pianista y casi sin que él o yo nos diéramos cuenta  me había llevado a elegir un vino del que no me olvidaré muy fácilmente.

Martín es el Sommelier de Francesco, un restaurante de Mendoza que vale la pena conocer  y que en otra oportunidad será tema de nuestra conversación.

En esta ocasión, lo más importante es la historia de Martín por eso también quiero destacar el vino que  me recomendó, porque merece mucha atención.

Este vino sabía a cereza y frambuesa, suave, con perfume floral pero picante y con gusto a madera, (por cierto dice la bodega que espera 10 meses en barrica de primer uso, antes de estacionarse en botella).


 Padrillos, el nombre del vino, Pinot Noir la cepa, (rara y difícil pero que vale la pena), 2009 qué año espectacular, de Bodega Siesta de Ernesto Catena (un conocedor desde los genes). Cuando tengan oportunidad se merece un espacio en sus mesas junto a la familia o amigos.